Grandes corporaciones

Mc Dolar: Reflexiones sobre el gigante de la comida rápida

¿Qué hace que Mc Donald's sea un éxito? Es evidente que su imagen fue elaborada para ser extremadamente reconocible en todo el mundo. Todos podemos reconocer las M amarillas o Arcos dorados a kilómetros de distancia...

Mc Dolar: Reflexiones sobre el gigante de la comida rápida
Semanario Verde (1)

Introducción

Más de setenta años de antigüedad, es el tiempo que lleva esta industria de comida rápida reconocida a nivel mundial. Mc Donald’s, ya tenía alrededor de 31.886 restaurantes a nivel mundial y casi 1.5 millones de trabajadores. Debido a su éxito en Latinoamérica en el 2007, Woods Staton, un colombiano viviendo en Buenos Aires, compró aproximadamente 1600 franquicias en toda América Latina, las nombradas “Arcos Dorados”. 

Con más de 100 mil empleados en la región, McDonald’s se presenta como una de las cinco principales empleadoras de Latinoamérica. En el 2008, ya presentaba un ingreso de 9,8 millones de dólares, lo que equivale a un aumento del 23 por ciento en relación  a  2007.  Durante este año,  la  compañía  inauguró  75  restaurantes, 45 McCafés y 125 centros de postres, en tanto 140 locales fueron remodelados en la región. Además, la corporación percibió una facturación de más de 3.500 millones  de  dólares  en  la región, un 26 por ciento más que en el 2007, y empleó alrededor de 10 mil 500 trabajadores (Garabito, 2007). En la actualidad, Mc Donalds opera un total de 36.258 restaurantes.

Desde su expansión como Arcos Dorados, Mc Donald’s comenzó a experimentar una serie de cambios que le otorgaron más versatilidad: Cafetería (McCafé), 24 horas de atención (Automac), Internet inalámbrico en los restaurantes (Zona Wifi) y servicio de delivery (o Mc entrega). 

Además de la variedad de postres y, como una forma de ocultar las críticas con respecto a la obesidad infantil, los restaurantes disponen de una zona de juegos para promover una forma de vida activa a los niños. Por otra parte, la inolvidable Cajita  feliz  y  las  zonas  de  cumpleaños  bajo  la  modalidad  de  anfitrión  son  muy atractivas para los niños. 

 

Ronald Mc Dolar

¿Si Mc Donald’s fuera una persona cómo te la imaginas? En realidad, ya no se le puede ver como una persona alegre y joven. Cada documental, noticia y artículo que se ha leído o visto acerca de la franquicia ha reconstruido la percepción de los más conscientes... Desde que Ray A. Kroc abrió su primer restaurante Mc Donald’s en Illinois y extendió el  sistema de franquicia, tras hacerse con la totalidad del negocio de  los hermanos Mc Donald se fundaron los principios: “Calidad, Servicio, Limpieza y Valor” (Mc Donald’s, 2015: 3). 

¿Hasta qué punto se cumplen estos principios corporativos? Sabemos que se trata de una corporación que produce y comercializa comida chatarra en todo el mundo “En la actualidad, con más de 36.000 restaurantes, McDonald’s es la compañía líder del rubro de restaurantes en todo el mundo, sirviendo cada día a unos 69 millones de clientes en más de 100 países”. Imagínate cuántas personas se sientan diariamente a comerse una famosa Big Mac.

En fin, si Mc Donald’s fuera una persona sería Ronald Mc Donald. Después de Santa Claus o “Viejito Pascuero” Ronald es el segundo personaje más conocido en los E.E.U.U. “Es un personaje divertido y con gran sensibilidad, que ha creado varios programas educativos para los niños cuyo objetivo es potenciar la imaginación de los más pequeños” (Mc Donald’s, 2015: 28).

¿Potenciar  la  imaginación?  Yo  diría  que  marcar  el  inconsciente  de  los  más susceptibles, los niños, para que sigan comprando Mc Donald’s hasta que tienen conciencia. Hacer que nuestros padres nos compraran una “Cajita feliz” era una rutina de todos los paseos al centro de la ciudad.

 

Deme un cuarto de libertad, por favor

Producción en masa de comida rápida, es la principal función que cumple esta enorme corporación.  La  idea  es  satisfacer  las  necesidades  del  cliente  de  una  forma instantánea,  brindándole  una  carta  de  hamburguesas  que  no  tienen  mayor diferencia, más bien, se trata de lo mismo, con algunos cambios en su presentación. 

Los hermanos Mac y Dick McDonald dieron comienzo a los “drive in” en 1930, en Pasadena (California), como una modalidad orientada al consumo desde dentro del  auto,  el  vehículo  se  convirtió  en  un  “artículo  que  se  estaba  volviendo indispensable  en  la  vida  de  los  californianos.  El  servicio  se  caracterizaba  por salchichas y batidos para llevar o comer en el lugar, con una particularidad: la velocidad” (Huergo, 2014: 48).

Esta forma revolucionaria de atención es una prueba del desarrollo de la comida industrializada no solo en sus ingredientes sino también en la circunstancia en que se produce. El tiempo en que se producen las hamburguesas debe ir de la mano con los ingredientes para que el proceso sea más rápido. Alienación es otra característica, ¿a qué nos suena esto? Según Garabito (2007):

A partir del análisis de las interacciones entre los empleados, gerentes y clientes en la empresa  Mc Donald’s,  nos  permitimos  sugerir  que  en  entornos laborales no clásicos (clásicos en su sentido fabril y organización del proceso productivo parecido al taylorista o fordista) hay expresiones de resistencia, complicidad y solidaridad que si bien no buscan los grandes cambios, si se presentan como actos que
denotan rechazo a las condiciones de trabajo adversas (2007: 1).

El autor, para poder llegar a esa conclusión, realizó una serie de entrevistas semi-estructuradas a empleados, a la vez que hizo una observación directa en los restaurantes y recopiló información adicional otorgada por los mismos entrevistados (videos, noticias, testimonios). Además, opina que ha sido realmente interesante que los resultados de las entrevistas hayan presentado grandes similitudes a pesar de los cambios que ha experimentado la franquicia. Garabito, también señala en su investigación que la compañía no tiene un sindicato u otro órgano del trabajo ¿Cómo los empleados expresan sus opiniones con respecto a una situación negativa? ¿Es que acaso solo se trata de la actividad de producir?

Con respecto a la libertad, es entendida como capacidad de autodeterminación, de decidir acerca de lo que se quiere llegar a ser, es condición necesaria para que el trabajo sea auténticamente humano, pues sin ella, no hay posibilidad de mejora personal” (Guillén, 2006: 2).

Es aquí cuando encontramos una gran similitud entre máquinas y seres humanos, las máquinas cumplen el objetivo sin reclamar. En este sentido, los trabajadores se ven obligados  a  suprimir  todo  tipo  de  reclamo. “Es  importante  destacar  que  los empleados de Mc Donald’s tienen prohibido dar cualquier tipo de entrevistas. Y que el corporativo jamás accedió a concedernos entrevistas sobre las estrategias de la cultura  corporativa”  (Garabito,  2007: 1).  Como  dicen:  el que nada hace, nada teme. 

 

¿Desde la granja al restaurante?

Al  momento  de  comer  ¿en  qué  nos diferenciamos  los  seres  humanos  de los animales? En la elección de nuestros alimentos, otros sentidos se ven involucrados: olfato y visión. Otro aspecto que nos hace ser únicos es la instantaneidad y, ¿Cómo hacemos para que ambos se mantengan en equilibrio? La solución es clara, la industria alimentaria está hecha para satisfacer nuestros deseos alimenticios y no se trata solamente de absorber nutrientes, son muchos los factores que influyen. 

La relación del hombre con la comida, se ve marcada principalmente por: La consolidación del sistema económico capitalista  se  fue  gestando  la  tercera transición   alimentaria-nutricional  que  implicó  para  gran  parte  de  la  humanidad abandonar sus actividades alimentarias productivas (agricultura y ganadería) para comenzar a adoctrinarse en el rol de puros consumidores de alimentos industriales (Huergo, 2014: 9).

Mucho tiempo antes de la revolución industrial los humanos conseguíamos nuestros alimentos de la naturaleza, en la mayoría de las ocasiones eran consumidos frescos, sin  condimentos  artificiales  ni  nada  que  altere  su  composición.  El  riesgo  de enfermedad era mínimo en comparación con la actualidad y para qué hablar de la contaminación del medio ambiente.

La campaña “Más allá de la cocina. Más cerca del origen” lanzada en 2013 intentó mostrar una cara sustentable de la franquicia a la vez que intentó promover la seguridad alimentaria. Por lo tanto, se ‘viralizaron’ spots que insistían en mostrar la procedencia de los ingredientes. “A su vez, a través de una página web diseñada para  esta  iniciativa  se  creó  un  espacio  de  diálogo  para  que las personas hagan preguntas referidas a estos tópicos y obtengan su respuesta” (Huergo, 2014: 54).

Juliana Huergo, en su artículo “¿Me encanta?” de la revista “Fundamentos en humanidades”, transcribió un material audiovisual de la campaña en Argentina que hablaba del origen de la carne y la lechuga utilizadas en las hamburguesas: Empleada  Mc  Donald´s: “¿Así  que  querés  saber  de  dónde  viene  la  carne  de nuestras hamburguesas? ¡Vamos!” (hace un gesto con el brazo para que la sigamos.

Se  dirige  a  una  puerta  de  seguridad  con  barra  antipánico  que  al  abrirse  nos transporta a un atardecer en un campo que tiene la leyenda: Hughes, provincia de Santa Fe, Argentina).

Voz  en  off: “Nuestra  carne  se  produce  en  establecimientos  agrícola-ganaderos como  éste  (imagen  de  vacas  pastando  en  extensas  llanuras  verdes  junto  a bandadas de pájaros atravesando el cielo; a lo lejos se observa un bosque que completa la postal). Aquí las condiciones del clima y del suelo son perfectos para los estándares de Mc Donald’s (vista área de toda la superficie cultivable y primer plano de una vaca alimentando a su ternerito).  Producir es mucho más complejo que ubicar un rodeo de vacas en una parcela de campo” (aparece la figura del
encargado del lugar, vestido con camisa, boina y bombacha, está arriba de un caballo arriando el ganado y luego caminando entre las vacas. Detrás de esta escena se observa una plantación de trigo).

Fernando De Rossi Dasso (encargado del campo): “La carne angus es sabido y está demostrado que es la mejor carne que se produce en Argentina. Si nos fijamos en muchas razas de las sintéticas, vienen, salen de la angus” (la cámara enfoca de cerca a las vacas y a los terneros pastando).

Voz en off: “Además de los cuidados para el bienestar del animal (muestran el molino) es preciso cuidar su alimentación”. 

Y aquí me detengo para señalar que es llamativo como se muestra “a destajos” una cultura alimentaria totalmente industrializada. Todos somos conscientes de que en la producción de ingredientes no existen granjas, campos ni buena alimentación para el ganado. “Hay fundamentalmente fábricas, una gran cadena de montaje y maltrato tanto para animales como para trabajadores” (Huergo, 2014: 57).

Parece que ese intento por mostrar una cara alegre y amable busca ocultar todo lo que hay detrás de esta gran  corporación.  Si  bien  todos  somos  ciegos  consumidores,  algunos  nos encontramos en una ceguera constante, alimentada por distintos tipos de fuentes informativas: desde medios tradicionales a alternativos, redes sociales, contenido viral, Youtube, fuentes documentales,  etc. 

Si  bien  su  imagen  corporativa  es increíblemente  fuerte  e  influyente.  Después  de  todo,  la  franquicia  de  los  arcos dorados no puede tapar el sol con un dedo. Y si algunos no pueden verlo, es porque eligieron  el  camino  de  la  ceguera  inconsciente,  como  sucede  con  una  gran cantidad de consumidores. 

 

La ética ¿un juguete en el interior de una Cajita feliz?

Discutir  sobre  la  ética  de  una  organización  tan  grande  como  Mc  Donald’s  es complejo.  Estamos  hablando  de  una  imagen  corporativa  lo  suficientemente convincente para opacar el horror de su producción industrializada: hamburguesas de carne alterada, con alto contenido calórico, grasas saturadas y sodio, helados con más de mil calorías y una gran cantidad de azúcar y grasa. Es así como funciona el mercado, está implícito.

Tampoco debemos olvidar a los trabajadores, cada uno con su uniforme correspondiente con una gran M amarilla en el sombrero, funcionando a un nivel esclavizante y con el incentivo de ser el empleado del mes.

¿Cuál es el verdadero significado de ser el empleado del mes? Cumplir con las labores alienantes sin ningún tipo de reclamo.  Y como se señala en la sección “Ética y  trabajo  en  la  organización”  del  libro  de  Manuel  Guillén  “Ética  en  las organizaciones.  Construyendo  confianza”  en  el  capítulo  “Ética  en  el  trabajo”  el trabajo  profesional  se  caracteriza  por  ser  una  actividad  que  contribuye  al  bien común. 

Mc  Donald’s  no  contribuye  al  mal  explícitamente,  pero  sí  vende  a  destajos  un producto altamente dañino ¿Te imaginas que le sucede a tu cuerpo si consumes Mc Donald’s durante un mes? Yo creo que es importante hacerse esta pregunta día a día y ver sí seguir alimentándonos en esa franquicia es conveniente para nuestra salud. 

Ni  hablar  sobre  la  prohibición  al  emitir  un  juicio  personal  sobre  un  evento determinado o conflicto. Los empleados simplemente deben cerrar la boca,   “la ética  está  referida  al  resultado  del  trabajo  sobre  la  persona,  a  su  repercusión subjetiva sobre el sujeto”(Guillén, 2006: 1).

En cuanto a desarrollo humano, un trabajo  “éticamente bueno” es el que otorga desarrollo personal a quién lo ejerce y siendo sinceros (pese a que el trabajo es una actividad  que  se  considera  positiva),  podría  ser casi inexistente  el  espacio  para desarrollarse  personalmente  en  un  lugar  que  vende  alimentos  completamente nocivos. Sin ganas de usar la retórica, no hay motivos para sentirse orgulloso de contribuir en esta cadena de obesidad. 

La generación de conocimiento en esta actividad es casi nula, ya que una vez que lo  adquirimos  podemos  tener  una  visión  más  amplia  y  consciente  de  lo  que hacemos. En el caso de Mc Donald’s favorecer la adquisición de conocimiento no es el propósito de la compañía, más bien cegar a los consumidores por medio de la adicción a sus productos.  Según Guillén (2006) El grado de responsabilidad del empleado en una empresa depende de: 

En función del grado de voluntariedad que hay en cada acción humana se podrá hablar de mayor o menor imputación en la responsabilidad. O dicho de otro modo, la acción  humana, por ser libre, puede ser buena o mala y, por tanto, meritoria o culpable. En el trabajo profesional no se puede obviar esta realidad. En la medida en que se otorga libertad al que trabaja, éste asume responsabilidad en su tarea. El grado de responsabilidad dependerá de las personas afectadas por la decisión, así como de la decisión misma y de sus consecuencias previsibles (2006: 31).

 

Conclusiones

Lejos de todo lo que muestra la publicidad, es importante cuestionarse si Mc Donald’s es  una  empresa  éticamente  sana.  Más bien, parece éticamente  enferma, ya que su compromiso  es calculado  y  se  basa  en  producir  en  ‘tiempo  récord’... 

¿Afectividad? No existe. Envenenar a los clientes embobados por la publicidad y débiles ante sus efectos, no es un comportamiento que denote afectividad hacia los demás.

El  sentido  del  deber  se  cumple  racionalmente  pero  si  hablamos  de  un comportamiento  políticamente  correcto,  “nos  quedamos  cortos”.  Dentro  de  la dimensión científico-técnica sus trabajadores establecen un compromiso del tipo
calculado, y buscan obtener bienes agradables pero no una especie de realización personal. No tenemos datos que lo comprueben directamente, pero es evidente que envenenar a los consumidores no es una actividad que produzca un 'sentido de realización'.

La libertad existen en tanto trabajar es opción de cada empleado. Cuestionar la libertad es tan difícil porque involucra a todas las partes: proveedor y consumidor. Aún  así,  siempre  hay  tiempo  para  cuestionarse  ¿Qué  tan  esclavizados  por  las corporaciones estamos y por qué somos tan débiles ante sus mecanismos? 

La respuesta depende de cada persona. En lo personal lo puedo explicar con una analogía: el consumismo y los productos industrializados son una especie de salida de emergencia que nos ayuda a escapar de nuestra realidad, esa realidad que consiste en una acelerada vida en la que intentamos cumplir nuestras labores sin caer en el nihilismo que se genera cuando nos preguntamos el verdadero propósito de nuestras vidas.

Mc Donald’s y otras corporaciones, son la solución que tenemos más a mano. Estamos tan acostumbrados a obtener todo rápidamente ¿Por qué no podemos esforzarnos solo un poco? Reflexionemos ¿Seguirías comiendo en Mc Dolar?

 

Bibliografía

Guillén,  M.  (2006).  Ética  en  las  organizaciones.  Construyendo  confianza. PEARSON EDUCATION, S.A.: Barcelona. 

Huergo, J. (2014). ¿Me encanta? Crítica ideológica al sistema alimentario de Mc Donald’s.  Fundamentos en Humanidades. 15 (26), 45-72. Recuperado de www.redalyc.org/articulo.oa?id=18447748003

Mc Donald’s. (2015). Dossier de Prensa Mc Donald’s España. Recuperado de www.mcdonalds.es

Garabito, G. (2007).  Trabajo, identidad y acción colectiva en Mc Donald’s. Trabajo  no  clásico,  organización  y  acción  colectiva,  1,  Recuperado  de www.sgpwe.izt.uam.mx/pages/egt/publicaciones/libros/Trabajonoclasico/CapVIITrabajoidentidad.pdf

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