Cuando un presidente no puede liderar un país y no quiere gobernar para todas las chilenas y chilenos ¿Por qué?

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1ero.- Tsunami democratizador como contexto

Después de una treintena de años, desde el término de la dictadura feroz de 17 años largos años de terror, asesinatos y control social. Hoy asistimos nuevamente a un segundo clivaje de democratización nacional y el fin de una larga transición y asunción de un modelo economicista que solo pudo ser instalado por un régimen político dictatorial de una derecha cívico militar, cuyos sacristanes de dicha liturgia fueron los muchachos del profesor Freedman junto a los militares, animando a la aristocracia chilena a que se adueñe de muchas empresas estatales, instaurando un sistema político, económico y social de apartheid y ghetto funcional a una elite minoritaria que se enriqueció, hasta que le dio hipo, incluso hoy sigue en medio de la pandemia enriqueciéndose a costa de las mayorías y sus ingresos. Donde las mayoría a partir del 18 de octubre del 2019, dijeron ¡Basta!.

2do.- Una elite infeliz y una mayoría precarizada o miserable, gobierno de los stake-holders

Oposición al retiro masivo del 10% de los ahorros individuales obligatorio administrados por una industria especulativa y exitosa para los dueños de los consorcios administradores de fondos de “pensiones” donde su misión es incrementar las ganancias de los controladores y el chorreo en goteras para los cotizantes.

3ero.- Especulación: 'El Gran Cuento de los Superricos'

Una vez por los años 90, tuve el privilegio de asistir a un desayuno junto a un grupo pequeño de ONG's con la líder y primera dama Danielle Mitterrand de Francia. Nos escuchó como la pobreza era una condición estructural en Chile y América Latina, Y ahí ella comento, como discutía en los encuentros con los grandes millonarios y poderosos del mundo, G7, por ejemplo y en encuentros diversos, sobre el juego de hacerse ricos entre ellos simplemente imponiendo a la humanidad y las naciones de exigir vender barato a estos privilegiados de fortunas y en acuerdo, y ellos, después imponer precios, vendiendo ellos mismos dichos productos más caros, y así sucesivamente cuidándose entre ellos frente al resto del mundo y con dicho juego enriqueciendo día a día y manteniendo la pobreza y hambre en el mundo ... Impresionado escuche, como joven, y pregunto, ¿cómo hacer para romper dicho circulo de los poderosos?.

Dicha paradoja es la que tenemos hoy en Chile, tanto para romper la tendencia de la desigualdad, como para retomar el crecimiento y productividad donde el estímulo a la fuerza laboral cada vez es menor. Y donde la dictadura del mercado financiero controla férreamente el poder político, y con ello, liderado por uno de los principales millonarios de Chile. Y donde solo interesan las tendencias macroeconómicas y su efecto de riesgo país en las bolsas internacionales. Y no perder capital en los grandes flujos de capital que juegan en las exclusivas ligas de los jugadores de la especulación financiera, sin importar si se mueve alguna industria o disminuye la cesantía, que es el interés de la economía real y no la de ellos, que es la especulativa que les permite ganar y ganar, desde hace 40 años que se crearon las reglas de una economía neoliberal establecido en la Constitución del 80. . ¿Y dicen, amenazan hoy, que se van a ir de chile? si les aplicamos ”impuestos de los superricos” , adónde, si no existe un país como Chile para que matonescamente dispongan exclusivamente créditos blandos de nuestros fondos de AFP, que son nuestros ahorros, y nos vendan usureramente el mismo dinero?

4to.- Entre la espada y la pared: conflicto de intereses de un 'superrico' de presidente.

Ni más ni menos, hoy tenemos un presidente de Chile, por primera vez que gobierna para sus intereses y su pequeño círculo de poderosos, donde ya no le importa lo que digan de él. Está preocupado de asegurar los capitales de un sistema neoliberal en profunda crisis. Para muestra un botón, ¿cuándo ha propuesto de su fortuna entregar un centavo al país?, pero, si ha propuesto prorrogar cobro de garantías a empresa Enjoy con decreto presidencial urgente.

Ósea, lo anterior, nos demuestra que el Presidente esta tan enredado con los mega intereses diversificados en la economía nacional que le es imposible pensar en políticas públicas para mejor equidad del país o el interés de las mayorías, sin afectar sus fortunas o negocios diversificados, en fideicomiso “ciego”, aunque muchos comentaristas dicen que es más “tuerto”. Con esta fatalidad, Chile demostró la dificultad si vuelve a elegir un superrico de presidente para representar los interés de las mayorías, porque ello afecta necesariamente su patrimonio, ósea políticas públicas y superricos no son compatible más bien chocan en conflictos de intereses, empíricamente demostrado en esta emergencia de pandemia que nos golpea largo rato.

5to.- Cuesta abajo en mi rodada cantaba Gardel, que hoy protagoniza Piñera

 Muchos de la plaza financiera se preguntan dónde está aquel genio que los deslumbro en los 90 con sus negocios exitosos, alguien del sistema financiero me comentaba aquello de que se extrañaban su mal manejo como presidente. Hoy solo desaciertos que se expresan en una desaprobación ciudadana de un 82% y solo 6% de aprobación según CEP enero 2020. Una reprobación nunca vista en un presidente de Chile, quedando entre los peores de América Latina, junto a Bolsonaro y Maduro.

6to.- El clivaje de otro Chile llegó

Qué duda cabe, la ciudadanía, los sectores populares y clases medias se cansaron y hoy solo exigen mejor trato en los servicios del Estado y equidad social económica, para ser dignos habitantes, plenos de derechos y autónomos, libres. Ciudadanías y no consumidores empobrecidos y esclavos del abusivo sistema financiero de los superricos y su fuerza laboral barata.

Ayer fue el 18 de octubre, estallido por la dignidad. ¿Hoy que viene? Lo que ocurra será el cambio del Chile del 2030. Pero ya el juego y lucha por dicho futuro, ya está en disputa. Las fuerzas de los superricos despliegan todo: leyes de control social; policializar, reprimir y judicializar las expresiones de descontentos y controlar los espacios públicos y militarizar el territorio (mientras el poder Narco crece); declarar inconstitucionalidad iniciativas representativas de interés mayoritario; censurar y pautear los medios de comunicación de una verdad oficial del establishment dominante que gobierna. Y detener los líderes jóvenes, prisión preventiva por más de un año sin ser juzgados. Teniendo como cualquier dictadura que se precie de tal, presos políticos en plena democracia formal. Etcétera.

La pregunta es ahora qué viene, este nuevo Chile. ¿Se desplegaran procesos libertarios de democratización, ¿hay densidad, moralización y capacidad de articular fuerzas de transformación y cambio? O ¿se instalaran o seguirán fuerzas conservadoras neoliberales autoritarias, Se impondrán los kast, las teres marinovich, o los jovencitos Diegos Shalpen como la desesperada añoranza de los tiempos de los herederos de Milton Friedman y sus mecenas internacionales, como la Atlas Network, preocupados del ultimo paraíso chilensis de los neo liberales y conservadurismo valórico en riesgo.

Más allá de la respuesta, la certeza es que el tsunami llegó hace rato.

 

RAÚL AMPUERO

Presidente de la Fundación UNIRÁN

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