Semanario Verde

Un 25 de octubre los ratones obtuvieron el mayor triunfo de su historia en la urnas logrando aplastar a los gatos blancos y pardos con un 78% en favor de cambiar la constitución en una convención constitucional. No olvidar nunca que los gatos grises y negros si bien son buenos a veces con los ratones, son gatos y como buenos gatos más de un ratón comerán.

En estos últimos años hemos presenciado el surgimiento de miles de demandas ciudadanas que poco a poco han colocado temas en la agenda, y fuerzas políticas emergentes que poco a poco han ido conformando una insipiente y creciente oposición, a un sistema y modelo político subyugado a un poder económico hegemónico. En este juego de póker la clase política tradicional (Duopolio) blufea constantemente con promesas de reformas que al final siempre resultan en simple maquillaje o supositorios para calmar a las masas ciudadanas. Los Grupos de poder económico utilizan todos sus medios de comunicación masiva para sembrar el terror para frenar los cambios y minimizar el impacto de las movilizaciones ciudadanas, y están dispuestos a subir su apuesta más y más para intimidar las apuestas ciudadanas.

La necesaria legitimación de nuestra democracia, pasa por que se abran mayores y nuevos espacios de participación ciudadana, y se respete la soberanía de las comunidades en cuanto al uso de recursos para solucionar los problemas locales. La búsqueda de espacios de democracia directas como plebiscitos para enfrentar el debate valórico o de carácter de reformas constitucionales debiera ser una sana practica.